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  • ideas básicas para trabajar

  • idees habituales del alumnado para revisar

  • posibles “buenas” preguntas que ayuden a la construcción de estas ideas

La Tierra es parte de un sistema amplio, el Sistema Solar, que a la vez forma parte de una de las muchas galaxias del Universo. En infantil y primaria se trabaja especialmente el modelo Sol-Tierra-Luna, y se pueden realizar muchas observaciones y simulaciones, aunque la interpretación de algunos fenómenos astronómicos requiere de un grado de abstracción propio de secundaria.

La dificultad de trabajar este modelo radica en la existencia de estereotipos culturales, así como también en el hecho de que ya desde pequeños se les introduce el modelo heliocéntrico, que se encuentra muy lejos de la experiencia del propio alumnado y provoca grandes confusiones. Hay, en cambio, que partir de la observación de los fenómenos y ayudar a pasar de la perspectiva geocéntrica a la perspectiva heliocéntrica de forma gradual.

Es un tema que se trabaja muchas veces a lo largo de los cursos y en diferentes proyectos, aunque los contenidos son muy similares (estructura del Sistema Solar, número y tipo de astros, las estaciones y el día y la noche), y el aprendizaje se orienta más bien a nombrar y describir que a interpretar observaciones. Todo ello, conduce al afloramiento de muchos estereotipos que no cambian a lo largo de los cursos e, incluso, son contrarios a las observaciones. Por ejemplo: que el Sol siempre sale por el mismo lugar, que la Luna siempre sale de noche, que no se pueden ver nunca el Sol y la Luna juntos, que el invierno es frío y nevado y el verano es caluroso en cualquier lugar, que la sombra es más larga al mediodía que por la mañana, etc. Incluso, estos estereotipos pueden dar lugar a consolidar ideas alternativas, tales como que el verano y el invierno dependen de la proximidad de la Tierra al Sol, que es el Sol el que gira alrededor de la Tierra, o que es imposible que un astro pequeño pueda 'tapar' uno mucho más grande (eclipse de Sol).

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Fuente: Digna Couso 2006

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Muchas de las ideas alternativas se refuerzan a partir de las ilustraciones de los libros (incluso los de texto), cuentos, canciones ...

La dificultad de dominar el modelo Sol-Tierra es grande y, de hecho, va más allá de la carencia de observación y de la existencia de creencias que tienen un origen cultural sobre los astros. El aprendizaje de nuevas maneras de concebir el Universo requiere:

Cambios de escala y de perspectiva espacial

Cambios de escala y de perspectiva espacial. Hay que pasar del movimiento aparente del Sol alrededor de la Tierra (modelo geocéntrico que formuló Ptolomeo y que fue admitido durante más de catorce siglos), al heliocéntrico (que propuso Copérnico en el siglo XVI). Este modelo es contrario a la observación y requiere cambiar el sistema de referencia e imaginar un Sol y otros astros que vemos pequeños como astros mucho más grandes que la Tierra, y que el Sol es una estrella muy pequeña en comparación a otras.

Habrá que ayudar a reconocer que la Tierra se mueve según dos tipos de movimientos: uno alrededor de su eje (la evidencia es el día y la noche), y el otro alrededor del Sol (las evidencias son las variaciones en las horas de luz solar, las variaciones en la trayectoria del Sol -por dónde sale y se pone, y la altura al mediodía-).

Superar ideas alternativas muy arraigadas sobre la propagación de la luz o los factores que promueven el calentamiento de los cuerpos

No es evidente para los aprendices que la luz se propaga en línea recta, que se difunde por la atmósfera y que transporta energía, o bien que en nuestro hemisferio en invierno el Sol está más cerca de la Tierra que en verano. Tampoco es evidente que la Luna y los planetas no generan luz y que si brillan es porque reflejan la luz que proviene del Sol. En cambio, el Sol y las estrellas sí son fuentes de luz que la envían línea recta, en todas direcciones.

Será necesario ayudar a los alumnos a identificar más factores que pueden explicar el aumento de temperatura (y las estaciones), como por ejemplo las horas de incidencia de la luz solar o la inclinación con la que llegan los rayos de luz a la Tierra. Y también comprobar la diferencia entre la luz de una fuente primaria y la emitida por un objeto iluminado (que necesita de la fuente de luz primaria).

Ejemplos de preguntas y actividades:

Para observar variaciones y regularidades en el movimiento del Sol visto desde la Tierra:

  • ¿Por dónde sale el Sol cada día? O, ¿a una misma hora lo vemos siempre en el mismo sitio? y dibujarlo semanalmente en función de referentes -casas, montaña, mar ...-

  • ¿Qué camino hace el Sol? Y observar si cambia su altura y su posición hacia el este o el oeste -o derecha / izquierda-, y si cambia igual a lo largo del año, cuándo está más alto, cuándo hace el camino más largo (días más largos), etc.

  • ¿Podemos observar el Sol de espalda? (Y reconocer que observamos el Sol indirectamente a partir de las sombras). Los niños y niñas deben aprender a observar cómo son las sombras y qué relación hay entre el Sol (fuente de luz), las personas (el objeto) y la sombra.

  • ¿Cómo es nuestra sombra (o la de otros objetos) en cada momento del día, y dónde está el Sol? Y observarlo utilizando una cinta métrica o un gnomon (longitud) y una brújula (dirección). Si sabemos dónde está la sombra, ¿sabemos dónde está el Sol? Y abstraer la idea de rayo de luz y de su propagación en línea recta, así como medir la inclinación de los rayos solares con un transportador.

 

Fuente: M. Marimon. Escola Baloo 2n primaria

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Se puede descargar un manual didáctico de astronomía aquí:

Jordi, C., & Estalella, R. (2008). L’astronomia a les aules.

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Sobre el día y la noche, y las estaciones:

 

  • Responder a preguntas sobre ¿por qué hay día y noche? requiere pensar en la Tierra como un planeta esférico. Se puede trabajar con un globo terráqueo (o con una esfera de porexpan) girando alrededor de un eje inclinado de Este a Oeste, e iluminado por un foco (el Sol). El alumnado puede observar que hay toda una zona de la Tierra donde los días son largos porque la zona iluminada es ancha (o grande), mientras que hay otra zona de la Tierra (hemisferio contrario) donde los días son cortos y únicamente se ilumina una pequeña parte. Paralelamente, situando una aguja en una parte del globo y haciéndolo girar, se pueden observar las variaciones en la longitud de la sombra. Estas observaciones permiten asociar las estaciones con las zonas de la Tierra donde hay más o menos horas de Sol y empezar a responder a la pregunta: ¿por qué hay verano e invierno? (Y otras relacionadas con las estaciones).

  • De hecho, para trabajar las estaciones comenzaríamos observando el número de horas de luz solar, por ejemplo, a partir de preguntarnos ¿por qué cuando celebramos el cumpleaños de un compañero por la tarde, en unos casos es de noche y en otros es de día? y de relacionar los cumpleaños de todos con la hora de la salida y la puesta del Sol. Y después, pasaríamos a pensar ¿por qué donde vivimos nosotros los días y las noches no duran siempre las mismas horas? También nos preguntaríamos si ¿notamos el mismo calor cuándo estamos un rato largo al Sol que cuando estamos poco tiempo?, y empezaríamos a pensar en que la sensación de frío o calor no se debe sólo a estar cerca o lejos del foco o fuente de energía. Estas ideas son importantes porque lo que explica que en verano haga más calor que en invierno no es la distancia de la Tierra al Sol, sino las horas de insolación y la trayectoria del Sol (el punto más alto al que llega), fenómenos que se deben a la diferente inclinación del eje de la Tierra con respecto al plano de la elíptica.

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 Fuente: Escuela Turó del Cargol. 6º de primaria

Sobre los eclipses, de Sol y de Luna:

 

  • La pregunta ¿qué es un eclipse?, será necesario relacionarla con cómo se forman las sombras y la posición relativa de los astros que intervienen en el fenómeno.

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Fuente: Escuela Turó del Cargol. 6º de primaria

Otras preguntas que ayudan a entender el fenómeno son:

 

  • ¿Cómo de grandes crees que son el Sol, la Tierra y la Luna? y ¿cómo puede ser que, en un eclipse de Sol, la Luna, que es pequeña, pueda tapar el Sol? Y de nuevo, comprobar que la sombra de un objeto pequeño puede tapar un objeto grande.

  • ¿Por qué no hay un eclipse cada vez que la Luna se pone entre el Sol y la Tierra o la Tierra entre el Sol y la Luna?, simulando eclipses.

  • ¿Cómo se debe mirar un eclipse solar? ¿Qué pasaría si lo miráramos directamente? y relacionarlo con cómo el ojo percibe los objetos y cómo las imágenes se recogen en la retina, que puede quedar afectada por la intensidad de la luz.

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Simulación de eclipses en función de la alineación de los astros y de la distancia entre ellos. 

Fuente: Pilar Sanchez Agustino, CEIP Xunqueira (Pontevedra)

Dibujo inicial y final (después de haber trabajado el tema) alrededor de la pregunta:

qué tamaño crees que tienen el Sol, la Tierra y la Luna, P5.

Fuente: Pilar Sanchez Agustino, CEIP Xunqueira (Pontevedra)

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Sobre la Luna que vemos:

 

  • Una idea importante es que la Luna no tiene luz propia y sólo se ve cuando está iluminada por el Sol. Dependiendo de nuestra posición en la Tierra la veremos en diferentes formas. Se puede hacer una simulación, o una dramatización con tres personajes, el Sol, la Tierra y la Luna:

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La Luna nueva es la posición 1, y la llena la 3. En la posición 1, la Luna no se ve porque el Sol ilumina la cara que no se ve desde la Tierra (Luna nueva). En la posición 3, en cambio, el Sol ilumina completamente la superficie que vemos desde la Tierra (Luna llena).

 

Hay que recordar que la órbita de la Luna alrededor de la Tierra no coincide con el mismo plano con el que ésta orbita alrededor del Sol y, por lo tanto, no hay un eclipse cada mes.

  • Otra pregunta que hacemos los docentes es: ¿por qué hay una parte de la Luna que no vemos nunca? La respuesta tiene que ver con el hecho de que el movimiento de rotación de la Luna alrededor de su eje tarda 28 días y tiene la misma duración que la Luna en dar una vuelta a la Tierra. Para experimentarlo, un alumno puede girar alrededor de la Luna a la misma velocidad que la Luna gira alrededor de ella y comprobar que siempre ve la misma cara.

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