La competencia conlleva ser capaz  de activar tipos de saberes diversos en actuaciones que no son iguales a las llevadas a cabo para desarro-llarla. Incluye siempre el cono-cimiento y, por tanto, no se puede asimilar a un "procedimiento". Es una capacidad compleja (no simple como saber hacer algo concreto), que implica transferir lo aprendido, de manera interrelacionada, a la actuación en problemas nuevos. Esta visión amplia hay que tenerla en cuenta al evaluar si una persona es competente.

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Se discute que sea una demanda de formación avalada por los sectores económicos (OCDE), ya que los nuevos empleos piden personas con iniciativa, capaces de aprender continuamente, de afrontar la resolución de problemas nuevos, de trabajar con otros en red, etc. No es un término que provenga del campo de las ciencias de la educación, aunque es un objetivo educativo que se ha defendido desde hace mucho tiempo.